14 abr 2020

BAÑO ANTIESTRES: El ritual de placer que te mereces

Hacer del baño un arte de bienestar saludable es posible: para hacerlo, debes considerarlo un verdadero ritual.

Un momento para ser otorgado para el propio bienestar íntimo, para relajar el cuerpo y liberar la mente de las preocupaciones del período y las de siempre. Debe prepararlo con cuidado y con el mismo cuidado para disfrutarlo de modo que los beneficios sean profundos y duren en el tiempo.

Baño caliente, una cita imprescindible:
El momento más favorable para un baño relajante es en la noche, un momento delicado en el que a menudo se siente la necesidad de liberar las tensiones acumuladas en el cuerpo y deshacerse de demasiados pensamientos que atestan la mente. Sin embargo, para que el tratamiento sea efectivo, se deben seguir algunas reglas: antes y después de cada baño es necesario aplicar agua fría entre 13° y 18°C, mientras que la temperatura del agua durante el buceo debe estar entre 36,7° y 40°C.


Antes de sumergirse en el baño, masajee su piel:
Para prepararse para el baño y amplificar su efecto beneficioso antes de ingresar al agua, es una buena práctica masajear la piel seca con un cepillo de cerdas naturales. Comience desde los brazos, realizando movimientos circulares hacia arriba, luego baje hacia el abdomen, cepillando desde afuera hacia adentro, y llegue a las piernas con movimientos desde abajo hacia arriba para facilitar el drenaje. Es hora de pasar a la nuca y la espalda y cerrar el tratamiento cepillando las plantas de los pies. La piel ligeramente roja se debe al efecto del masaje, pero si la piel permanece blanca significa que hay una acumulación de toxinas a eliminar, y el baño caliente demuestra ser uno de los tratamientos más efectivos. No olvidemos que este masaje, además de promover la relajación, es perfecto para combatir la hinchazón en las piernas, la celulitis y tonificar la piel.

Miel y vainilla: los aromas antiestrés para tu baño relajante.
La miel y la vainilla son las esencias ideales para preparar un baño cálido y relajante porque actúan tanto en la piel como en la nariz. La miel tiene propiedades purificantes y suaviza la piel (siempre asegúrese de su orien porque, si está adulterada, podría causar alguna reacción en caso de piel sensible). La vainilla con su perfume le proporciona un efecto antiestrés natural y, gracias a sus propiedades antioxidantes, favorece la eliminación de toxinas y radicales libres.

Prepárelo así: mezcle 4 gotas de aceite esencial de vainilla en dos tazones de miel de tilo para una acción calmante o castaña para estimular la circulación. Y luego enriquezca el agua de su baño y remoje durante al menos 20 minutos. Cuando salgas, envuélvete en una toalla tibia y relájate, acostado, durante unos minutos.

Incluso la ducha se vuelve relajante:
Si no tienes la oportunidad de hacer un baño, no hay problema; los masajes indicados en las líneas anteriores se pueden realizar antes y durante la ducha, haciendo de este también un momento de relajación placentera. Si puede, prepare el ambiente con unas pocas velas o una luz suave y para disfrutar de los beneficiosos efectos relajantes de los aceites esenciales, puede colocar un tazón con un poco de agua y unas gotas de esencia de lavanda, naranja amarga o vainilla en la esquina de la ducha: Los vapores que se liberan durante la ducha mejorarán el aroma. Siempre recuerde, al principio y al final de la ducha, alternar especialmente en chorros de piernas y brazos de agua fría y caliente. El sentimiento de ligereza será inmediato.